Las mallas antigranizo permiten ahorrar el 40% de agua en frutales de hueso en el Valle de Ricote

Un grupo de diez agricultores han logrado un ahorro de agua de hasta el 40% en sus cultivos gracias a la utilización de sensores de riego y al uso de mallas antigranizo en frutales de hueso temprano.

El proyecto, promovido por la Consejería de Agricultura y Agua, se ha experimentado en cuatro fincas agrícolas propiedad de este equipo. Dos de ellas, en Ojós, en los parajes de El Cajal y Campillo, donde se trabajó con la variedad de mayacot; una en Ulea, donde se experimentó con melocotón paraguayo y variedad carioca; y otra en Blanca, en la que trabajaron con el albaricoquero lillycot.

Para esta actuación, que se ha prolongado tres años, los agricultores recibieron 138.000 euros, según Jesús Gambín, uno de los responsables. Este economista de 45 años de Villanueva del Río Segura, trabaja en la consultora Enae Business School, institución que redactó el proyecto en cuestión.

Gambín explicó que la iniciativa surgió al observar «exceso de humedad en el suelo y de vigor en las plantaciones de frutales de hueso precoz, cuando se establecía una protección de malla antigranizo sobre las mismas. Existía un comportamiento diferente de los árboles bajo la malla antigranizo y fuera», aplicando en ambas zonas «el mismo programa de riego».

Tras el ensayo, recalcó Gambín, «se puede concluir que la utilización de estrategias de riego deficitario en frutales de hueso temprano, cultivados bajo malla antigranizo, permite un importante ahorro, entre el 20% y el 30% de promedio, y, en ocasiones, puede llegar hasta el 39%, pero se mantienen los niveles de producción y la calidad de las cosechas». Y enfatiza que «hemos cogido la misma cantidad de fruta en estos tres años que sí hubiésemos regado más abundantemente».

Fuente: La Verdad