Evolución del clima y proyecciones futuras

Autor: Manolo Caro

El principal objetivo del proyecto consiste en el desarrollo e implementación de un sistema de ayuda a la decisión, que diferencia las fortalezas y debilidades de cada zona agroclimática. Las magnitudes objeto de análisis tienen una relación directa con el cambio climático, y los resultados y sus posteriores implementaciones suponen un proceso de innovación en el sector. Este análisis comienza desde los eslabones iniciales de la cadena agroalimentaria, hasta el final del proceso.

Albaricoquero, melocotonero, ciruelo, cerezo, nectarina y paraguayo son, junto a sus diversas variedades el eje sobre el que se han desarrollado y aplicado todas las técnicas y estrategias para reducir el impacto del cambio climático. 

Para desarrollar el proyecto, se han definido cinco actuaciones específicas sobre las que se guiará el proceso de innovación.

En el inicio del proyecto, la selección de los datos concretos que aporten valor, así como su calidad, son cruciales para el buen desarrollo del modelo. En esta primera fase, nos centraremos en los objetivos de identificación y caracterización de áreas y zonas agroclimáticas específicas y en el proceso de identificación y caracterización de grupos varietales y variedades singulares de fruta de hueso. Para conseguir estos objetivos, estructuraremos el proceso en 4 fases: Antecedentes, incorporación y validación de metadatos, criterios utilizados para la elaboración de resultados y, por último, objetivos inmediatos y escenarios futuros.

En esta primera fase, se han seleccionado datos de 270 estaciones meteorológicas, pasando por un proceso de validación y filtrado de datos. Con ellos se ha creado una base de datos con periodicidades diarias, semanales, mensuales y anuales. A partir de los datos se han ido generando informes para analizar las fluctuaciones interanuales y del periodo que va desde octubre hasta marzo, al ser este periodo el más importante en el desarrollo de la fruta de hueso.

El objetivo inicial del análisis de estos datos consiste en agrupar las zonas productoras en función de sus características agrometeorológicas. Las magnitudes que se utilizaron para esta agrupación fueron entre otras, las temperaturas medias, mínimas y máximas anuales y del periodo octubre-marzo. En el siguiente gráfico podemos observar como se distribuyen las zonas en función de la temperatura media interanual.

FrutaFuente: IMIDA.

Una vez definidos los datos, validarlos e incorporarlos a la base de datos para su análisis, profundizamos en los criterios que se han utilizado para elaborar los resultados, es decir, que modelos se han empleado para dar valor a los datos y poder comenzar con las decisiones en el proceso de adaptación al cambio climático. 

Lo que persigue el proyecto, es obtener información de la evolución de los frutales de hueso a partir de los datos fenológicos que se han ido recogiendo en las labores de campo. Hacer un recorrido desde el inicio de la acumulación de unidades de frío, hasta la maduración del fruto, sin tener en cuenta la recolección comercial, ya que ésta última se realiza antes. 

Los métodos utilizados para la acumulación de frío son el modelo Utah y el modelo dinámico. Estos modelos calculan las horas de frío que acumulan los frutales durante su periodo de dormancia a partir de los datos medios horarios de temperatura. 

La acumulación de frío es el principal proceso para el buen desarrollo del fruto. Una vez analizadas las necesidades de frío pasamos al proceso de acumulación de calor, con horas de grado de crecimiento del mismo modo que en la acumulación de frio, con la particularidad de que las horas grado de crecimiento pueden empezar a acumularse de forma simultánea a la acumulación de frío. En la tabla podemos observar un ejemplo de cálculo de acumulación de horas frío según el modelo de Utah.

tabla

 Las necesidades de frío requeridas por cada especie y variedad son diferentes. El análisis de los efectos del cambio climático junto con el análisis de necesidades de frío, y necesidades de horas grado de crecimiento, constituyen uno de los más importantes desafíos del proyecto, y es por ello por lo que se analizan las evoluciones de las fechas de inicio de acumulación de frío promedio por estación, agrupándose en zonas frías y zonas cálidas, las unidades de frío que se acumulan por estación para poder determinar la idoneidad de cada frutal a cada zona, así como los posibles cambios que pueden sufrir algunas zonas críticas en el futuro. 

Con todo ello, los resultados esperados de forma simultanean no son otros que determinar la fecha de acumulación y las necesidades de horas grado de crecimiento de igual forma que hemos hecho con las unidades frío para acotar zonas cada vez más exactas con el fin de tener un mayor grado de robustez a la hora de fijar un tándem especie-zona viable para su cultivo, así como una estimación de las fechas de recolección, importantes para la precocidad comercial y la viabilidad económica para la explotación.

Con la serie de datos que tenemos, y con las probabilidades de helada del conjunto de la muestra, estimar un modelo predictivo con horizonte 20 y 40 años en el que se contemplen escenarios futuros de heladas y las redistribuciones de frío en cada zona fruto de los efectos del cambio climático.