Consolida la búsqueda de las mejores soluciones para optimizar los recursos hídricos.
El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para recordarnos la importancia de esta sustancia esencial para la vida de los seres humanos y las especies. Para tomar conciencia de que, a pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran parte de su abastecimiento, todavía hoy 2.200 millones de personas viven sin tener acceso al agua potable.
En este sentido, como empresa cooperativa, en línea con su política de Responsabilidad Social Corporativa y con el foco puesto en el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible que hace referencia al ‘Agua y saneamiento para todos en 2030’, Anecoop es una entidad comprometida en la búsqueda de las mejores soluciones para optimizar los recursos hídricos y hacer un uso eficiente de estos, asegurando su conservación y protección.
El reto del cambio climático
Su compromiso se concreta en proyectos reales en los que el cuidado de este recurso tan preciado es uno de los objetivos de peso, y que están recogidos dentro de su campaña de sensibilización social Raciones de Vida para el Campo.
Como el ‘Grupo Operativo Adaptación del sector de frutales de hueso al cambio climático’, que contempla entre sus objetivos específicos la selección de variedades de frutales de hueso idóneas para cada zona agroclimática, con el propósito de desarrollar una producción eficiente y sostenible tomando en cuenta la utilización de los recursos. De esta manera, aborda la estrecha relación entre la escasez de agua y el cambio climático al buscar herramientas innovadoras para mitigar sus efectos.
Otro ejemplo es el proyecto ‘DiKaCoVal: diversificación de la gama varietal del caqui en la Comunidad Valenciana ante el reto del cambio climático’. El proyecto incluye entre sus objetivos trasladar a los agricultores recomendaciones para el adecuado manejo del cultivo, con la intención de obtener la máxima calidad del fruto con el mejor y más eficiente uso del agua. Además, también se ha marcado como meta el incremento de la producción ecológica de este frutal a través de la inclusión de un ensayo de cultivo ecológico que incorpore también las nuevas variedades.
Asimismo, Anecoop trabaja en la implantación de otros cultivos, como la granada y la uva de mesa, en zonas citrícolas tradicionales con problemas de escasez de agua, o la incorporación de nuevas tecnologías en los campos de los productores, como sensores de humedad a distintas profundidades del suelo, para ajustar el aporte de agua en los diferentes cultivos, permitiendo reducir en determinados momentos hasta el 50% del agua de riego.
Más información: anecoop.com
Fuente: La Verdad